Sesenta y cinco años y medio son los que separan la replica del traje espacial de Neil Armstrong de la máquina que aparece reflejada en el visor de su casco, el Wright Flyer, la primera máquina voladora a motor de la historia.
Es increíble, como se menciona en la entrada original, el corto espacio de tiempo que separa estos dos hechos históricos. Esta genial fotografía también me ha recordado una entrada que en su momento gustó bastante, Reflejos en los visores de los cascos espaciales.
viernes, 21 de agosto de 2009
Sesenta y cinco años y medio
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